sábado, 16 de julio de 2011

Un kit, por favor

¿Desean un kit de suicidio?.
¿No?.
¿Síiiiiiiiiiiii?.
Pués nada más sencillo, sólo tienen que ponerse en contacto con una ancianita californiana que se dedica a confeccionarlos con su máquina de coser (lo de la calceta y punto le debe aburrir).
Ella, a partir de una bolsa de plástico de 90X60, añade un elástico (para ajustarse al cuello) y después un tubito como los que se utilizan en los hospitales para medicamentos y fluidos para insertar una botellita de helio (igual muere uno de risa al oirse) y trabajo concluido (¡que apañada es ella!).
Este arduo trabajo de asistencia al matarile le lleva unas cinco horas (hay que hacerlo bién, no vaya a ser que le devuelvan el producto).
Una vez finalizado la manualidad se embala en una discretita caja blanca de cartón, adornada con una mariposa (debe ser para motivar al que va a volar) y se envía al comprador a cualquier parte del mundo, al módico precio de 60 dólares.
Esta buena samaritana, ha sido colocada en el centro de la polémica al conocerse el caso de un joven de Oregón que utilizó uno de sus kits para quitarse la vida, aunque ella se defiende diciendo que su intención es simplemente aliviar a los que sufren (es una activista a favor de la eutanasia) y que su kit está pensado para enfermos terminales.
El problema de esta ayuda no es que un enfermo terminal desee acabar con su horrible sufrimiento, si no que este producto está al alcance de cualquier persona ya que no hay preguntas ni ningún tipo de indagación sobre quién desea adquirirlo.
Me asusta pensar esto, en los días de ecatombe en que nos encontramos,cualquier adolescente mismamente, podría hacer uso de ello pensando en lo trágica que es su vida al dejarle su novi@ o por que están castigados sin salir o por que nadie lo entiende o cualquier otra razón en la que en ese mundo que ellos se crean no vean salida.
El periodico de San Diego le preguntó a esta anciana si estaría dispuesta a utilizar uno de sus kits si llegara el caso a lo que ella respondió orgullosa :"Sí, es un producto de calidad".
En fín, no se puede cargar con la tristeza del mundo, como ella misma dice, pero tampoco facilitar las cosas a jóvenes que crean que su mundo se termina con un NO.
Seguiré informando ... .

6 comentarios:

  1. Jajaja hola Juanjo, pues si, menudo negocio que se montó la buena señora.
    Besos.

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  2. ¡Qué horrible! Con semejante mercachifle, la abuelita ha dejarlo de serlo para convertirse en una bruja...
    Parece mentira que esto suceda, Rosa, me he quedado de una pieza. Es muy cierto lo que has dicho de los jóvenes, ellos no miden las consecuencias de sus actos, por eso los mayores debemos tenderles una mano, ¡pero para salir adelante, no para hundirlos para siempre!
    Trabajé diez años como Voluntaria en el Centro de Asistencia al Suicida de Buenos Aires, y he escuchado todo tipo de cosas, algunas inverosímiles, es que la gente que está en crisis no puede ver más allá de sus narices, cuanto menos un joven.
    En Argentina se han matado (en una provincia en particular) cerca de una docena de jóvenes, instigados aparentemente por un blog que les aseguraba su redención.

    Internet puede ser cultura, pero también puede ser muy peligroso y descontrolado. Aunque esta abuela no necesitó más que maña para ponerse manos a la obra.

    Un beso grande, Rosa, seguiré tus infomaciones.

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  3. Inquietante relato, vaya con la abuela...
    que tengas una feliz semana.
    un abrazo.

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  4. Liliana ¡madre mia! a través de un blog ¡increible! aunque bueno, aqui hace unos años unos chicos mataron a un hombre que esperaba el autobus por que estaban jugando a un juego de rol.
    El mundo está lleno de incongruencias.
    Besos.

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  5. Ricardo hola, pués ya ves, hay gente para todo y esta señora hace de lo macabro todo un negocio.
    Besitos.

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